(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

Aug 4, 2008

El comisario

A primera hora de la madrugada Margarita se arrastra sobre la cama acercándose al lado de su marido, este siente el desnudo y caliente cuerpo de su mujer mientras se acomoda de espaldas como ofreciendo su redondo culito. Medio aletargado por el sueño que tiene tiene solo atina a montar la pierna sobre la de ella y seguir dormitando pero la mujer insiste, con los dedos y talón de los pies acaricia las canillas del varón al mismo momento que acomoda su redondo ojete para que roce directamente con el pene que ya se encuentra erecto. Algunos imperceptibles gemidos de tenor cariñoso y sonidos guturales provienen de la garganta de Margarita, además con movimientos masturbatorios alrededor del pene busca excitar a su hombre e iniciar una fugaz relación de media noche, probablemente terminar rápido y quedar trenzados por un rato, enchufada y satisfecha mientras se vuelve a dormir.

Cuando la tiene atravesada y ella está agitando con movimientos laterales su cadera pronuncia acostumbrados gemidos, lo hace con fuerza mientras en voz alta pide mas y refiere lo rico, lo sabroso que está gozando, cuanto disfruta. Crece la excitación de ambos a cada momento, ya la lubricación en su vagina es profusa, se percibe con precisión a la vez que un ligero calor a lo largo del pene que se encuentra encajado en su conchita enciende más el momento, el ardor en ambos es producto de la mutua arrechura. La vehemencia y excitación, luego de quince años de convivencia se mantiene, con minuciosidad los gustos de esta pareja, las fantasías, fetiches o pecados están vigentes o se renuevan, por lo general aparecen nuevos elementos que mantienen encendida la pasión que le imprimen a sus relaciones, con bastante claridad reconocen y aceptan su comportamiento sexual.

Es en ese momento que Margarita dice con golosa voz, José, sabes quién me quiere comer..., quién me seduce y acosa; quién espera tenerme desnuda, dispuesta a chuparle el pájaro o metérmelo por atrás; antes que siga hablando interrumpo su confesión y replico preguntando, ¿antes que digas mas, dime primero si te gusta, realmente te atrae, es lo que tu quieres?, ella de inmediato retruca alzando la voz, si, y sigue hablando en medio del vaivén copulatorio, ...es el comisario Moscoso.


No es la primera ni será la última vez que tenemos aventuras individuales o al alimón, nuestra vida sexual está llena de experiencias insospechadas por terceros pero sumamente satisfactorias para nosotros, la única premisa valida para realizar un nuevo lance, devaneo o aventura es el conocimiento, participación, la aprobación de ambos.

¿Y piensas traerlo mas adelante, estar juntos los tres y disfrutar de un trio, recibir un pene por atrás mientras chupas el otro o tener una doble penetración?; ¿podré verte gozar sobre él y luego atenderme con la feroz arrechura que te provocan esas experiencias?, pregunto sin parar de fornicar; claro que si, amor, contesta. El dialogo calienta y sobre excita la relación, aceleramos la gestión y acabamos casi en ese instante.

2 comments:

Ultimas Virgenes said...

um.. eso no lo entiendo
soy demasiado celosa como para soportar que mi novio desee a alguien :S cosas del orinoco.

La Chata

Carlos Caillaux said...

Sin ánimo de blasfemar de todo hay en la viña del señor.

Saludos.